10 de julio de

1884. En Filipinas, frente a puerto Musa, en la isla de Tuga, naufraga el crucero Gravina. Se salva la dotación gracias al heroico gesto del médico del buque D. Eugenio Femández, que voluntariamente fue nadando a tierra llevando una guía en la que se dio después un calabrote, estableciendo así comunicación con tierra.