28 de mayo de

1735. Sale de Cádiz Don Jorge Juan y Don Antonio Ulloa y se unen a una comisión de sabios franceses para llevar a cabo trabajos astronómicos, geodésicos y físicos en América del Sur. Ambos eran Guardias Marinas y son ascendidos a Teniente de Navío.

1785. Fue en el reinado de Carlos III cuando se adoptó por nuestra Marina la enseña encarnada y amarilla, que sustituyó a la anterior, blanca. Era secretario del Despacho de Marina, a la sazón, frey don Antonio Valdés y Bazán, quien presentó al Rey doce modelos, para que éste eligiera de entre ellos el que considerara más conveniente, siendo elegido el que se reflejó en el real decreto de 28 de mayo de 1785.